miércoles, 23 de abril de 2025

Las Herencias (texto de M. Affani)

Las Herencias

De Mirian Affani

Hay un doble periodo de gestación. El intrauterino, cuya matriz es el seno materno que transmite la herencia genética. Y el extrauterino, cuya matriz es la sociedad que transmite la herencia cultural.

La gestación intrauterina es más breve que la extrauterina. A tal punto que muchos llegan a decir que el hombre es un mamífero prematuro o el único mamífero superior embriónico,  y que la herencia cultural influye más que la genética en nuestra personalidad. 

Las primeras etapas de la vida humana exigen de tal forma la comunidad que sin ella la vida no consigue realizarse humanamente. Son conocidos los casos de niños lobos que demuestran de forma categórica que son los demás los que van a imprimir su impronta y peculiar configuración a lo humano del niño, el cual sin esta impronta no despliega las características específicas de su condición natural.

El ser humano va madurando como persona en la adopción de ideas, valores, costumbres, etcétera que le va suministrando el grupo social en el que está inserto. Nadie comienza a su historia personal desde cero, porque su punto de partida es la historia de los demás. Esta influencia del medio social sobre el individuo no cesa con la llegada de éste a la edad adulta. También entonces el hombre sigue siendo incapaz de atender solamente por sí mismo todas sus necesidades.

El ser humano necesita sentirse enraizado en la tradición, de la que sólo el grupo y no los individuos aislados, es depositario. Sin esta tradición la persona se encuentra desguarnecida, desarraigada, sin memoria.

 

lunes, 29 de abril de 2024

La División Internacional del Trabajo a fines del Siglo XIX

 

La División Internacional del Trabajo a fines del Siglo XIX

 

Hacia fines del siglo XIX, el desarrollo industrial no era igual en todos los países. En el continente europeo, Gran Bretaña, Alemania, Francia y Bélgica tenían un importante desarrollo económico. Entre ellos se destacaba Gran Bretaña, que se había convertido en la principal potencia económica mundial.

 

    Los nuevos medios de transportes y comunicaciones permitieron establecer intercambios comerciales aún entre zonas muy alejadas. A partir de ese momento casi todos los países del mundo comenzaron a estar vinculados comercialmente.

 

    Poco a poco, la economía mundial se fue organizando de acuerdo con lo que producía y, por lo tanto, con lo que vendía en el mercado internacional. Mientras los países de Europa Occidental, Estados Unidos y Japón se especializaban en la producción de bienes industriales, el resto de los países se dedicaron a la producción primaria (materias primas y alimentos). A este sistema de especialización de la producción e intercambio se lo denominó División Internacional del Trabajo.

 

    Así, el mundo quedó dividido en dos áreas:

• la de los países industriales o centrales y

• la de los países de producción primaria o periféricos.

 

    Pero no sólo se intercambiaban productos. Grandes empresarios, banqueros y ricos comerciantes de los países industriales invertían parte de sus capitales en los países periféricos, sobre todo en ferrocarriles y en otras actividades vinculadas a la producción primaria (producción de alimentos y materias primas).

 

    Además en este período millones de personas se trasladan de países centrales a periféricos en busca de trabajo.

lunes, 15 de abril de 2024

Las etapas de la Revolución Industrial


Primera etapa:
Comenzó en Inglaterra hacia 1760. Se empezaron a utilizar nuevas maquinarias a vapor. A partir de estas mejoras en la industria textil, se modificó la organización del trabajo en una nueva unidad de producción: la fábrica.  A  través de la relación salarial se vincularon dos nuevos grupos sociales: obreros  y burguesía industrial. Canales y ferrocarriles fueron los principales medios de transporte.
Segunda etapa: 
 Se inició en torno a 1870. Se caracteriza por mejoras decisivas en los transportes y comunicaciones, que generaron una economía en escala internacional. Se utilizaron las nuevas fuentes de energía del petróleo y electricidad. Expansión de nuevas industrias eléctrica, química y siderúrgica. Industrialización de Alemania, Francia, EE.UU.
Tercera Etapa: 
Corresponde a fines de siglo XX hasta la actualidad, desarrollo de las tecnologías de la información, electrónica y robótica aplicada a la producción de bienes.

La División Internacional del Trabajo a fines del Siglo XIX

 

Hacia fines del siglo XIX, el desarrollo industrial no era igual en todos los países. En el continente europeo, Gran Bretaña, Alemania, Francia y Bélgica tenían un importante desarrollo económico. Entre ellos se destacaba Gran Bretaña, que se había convertido en la principal potencia económica mundial.

 

    Los nuevos medios de transportes y comunicaciones permitieron establecer intercambios comerciales aún entre zonas muy alejadas. A partir de ese momento casi todos los países del mundo comenzaron a estar vinculados comercialmente.

 

    Poco a poco, la economía mundial se fue organizando de acuerdo con lo que producía y, por lo tanto, con lo que vendía en el mercado internacional. Mientras los países de Europa Occidental, Estados Unidos y Japón se especializaban en la producción de bienes industriales, el resto de los países se dedicaron a la producción primaria (materias primas y alimentos). A este sistema de especialización de la producción e intercambio se lo denominó División Internacional del Trabajo.

 

    Así, el mundo quedó dividido en dos áreas:

• la de los países industriales o centrales y

• la de los países de producción primaria o periféricos.

 

    Pero no sólo se intercambiaban productos. Grandes empresarios, banqueros y ricos comerciantes de los países industriales invertían parte de sus capitales en los países periféricos, sobre todo en ferrocarriles y en otras actividades vinculadas a la producción primaria (producción de alimentos y materias primas).

 

    Además en este período millones de personas se trasladan de países centrales a periféricos en busca de trabajo.




martes, 9 de abril de 2024

Segunda Guerra Mundial. Documentos

Artículo de http://www.elhistoriador.com.ar/

¿Por qué se tiró la bomba atómica en Japón? ¿Fue una decisión militar de ‘último recurso’? ¿O fue una decisión geopolítica mirando hacia Moscú, que dio inicio a la Guerra Fría? Luego de lo que puede ser considerado el acto terrorista más grande de la historia mundial, la madre del presidente estadounidense Truman comentó: “Me alegra que Harry haya decidido terminar la guerra. No es un hombre lento. Llega pronto adonde va”.
Mientras las tropas soviéticas y norteamericanas avanzaban hacia Berlín, el 1° de mayo de 1945, Hitler se quitó la vida y tres días después Alemania se rindió. Pero las batallas del Pacífico continuaron durante varios meses. Allí, la flota norteamericana avanzaba hacia el Japón, país que en 1941 había bombardeado Pearl Harbor, lo que significó el ingreso abierto por parte de Estados Unidos a la contienda bélica.
Sin la mediación soviética, el nuevo presidente Truman y Winston Churchill, desde Potsdam, exigieron el 26 de julio de 1945 la rendición japonesa, advirtiendo que si no lo hacía, pagarían con la “destrucción total”. Poco antes, el ejército norteamericano había probado la bomba atómica y la amenaza era concreta, también para los aliados, en vistas a los próximos acuerdos de paz.
El 6 de agosto, la aviación norteamericana arrojó la bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima, al sur del Japón. Tres días más tarde, una nueva bomba destruyó Nagasaki. El 14 de agosto, Japón aceptó las condiciones de Potsdam y el 2 de septiembre firmó una rendición formal. En Hiroshima, murieron en el acto 80 mil personas, mientras más de 300 mil resultaron heridos, falleciendo de forma horrible semanas o meses después. Casi todos eran civiles. Una cifra similar sufrió Nagasaki. La bomba generó un calor instantáneo de 3900 grados y vientos de mil kilómetros por hora. Todavía hoy se sienten los efectos radiactivos y las mutaciones genéticas. Meses antes, Tokio había sido también bombardeada con bombas incendiarias, en el raíd aéreo más destructivo de la historia, que mató a más de 330 mil personas.
                                                                            
De esta forma, los países de la civilización y el liberalismo, ponían fin a una guerra. Estados Unidos dejaba definitivamente atrás su política de aislamiento en el continente. El avión B-29 Enola Gay, que arrojó la bomba sobre Hiroshima, todavía permanece en exhibición en el Museo Nacional del Aire y el Espacio norteamericano.
Recordamos el suceso con las palabras de Albert Camus, publicadas dos días después de arrojarse la bomba sobre Hiroshima.

Cualquier ciudad de mediana importancia puede ser arrasada por una bomba del tamaño de una pelota de fútbol. La civilización mecánica acaba de alcanzar su último grado de salvajismo. Ya se respiraba con dificultad en un mundo torturado. Y he aquí que se nos ofrece una nueva angustia…Nos rehusamos a sacar de tan grave noticia otra conclusión que no sea la decisión de abogar más enérgicamente aun en favor de una verdadera sociedad internacional, en la que las grandes potencias no tengan derechos superiores a los de las pequeñas y medianas naciones, en que la guerra no dependa más de los apetitos o de las doctrinas de tal o cual estado.”
Albert Camus
Fuente: Albert Camus, Combat, 8 de agosto de 1945, en Moral y Política, Biblioteca clásica y contemporánea, Buenos Aires, Editorial Losada, 1978, págs. 57-59.



El Museo del Holocausto de Israel recibió un diario escrito en Polonia por una adolescente judía -Rutka Laskier - antes de ser deportada a Auschwitz. El diario concluye en abril de 1943.
“Si Dios existiera, no permitiría que los seres humanos fueran arrojados vivos a hornos y que las cabezas de pequeñas criaturas fueran aplastadas con las culatas de armas o que asesinaran gente con gas. (…) Tengo la impresión de que ésta es la última vez que escribo. ¡Ojalá todo esto terminara ya de una vez! Esto es un tormento. Es el infierno (...) Me estoy convirtiendo en un animal que aguarda su muerte”, dijo la adolescente unos meses antes de morir. 

Fuente: Diario Página/12, suplemento Radar, domingo 24 de junio de 2007, diario Clarín, miércoles 6 de junio de 2007

INFOGRAFÍA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL CLICK




miércoles, 23 de octubre de 2019

Carta de Ernesto Guevara a su madre con motivo del Golpe de 1955 en Argentina

México, 24 de septiembre de 1955
Querida vieja: 
Esta vez mis temores se han cumplido, al parecer, y cayó tu odiado enemigo de tantos años; por aquí la reacción no se hizo esperar, todos los diarios del país y los despachos extranjeros anunciaban llenos de júbilo la caída del tenebroso dictador; los norteamericanos suspiraban aliviados por la suerte de 425 millones de dólares que ahora podrán sacar de la Argentina; el obispo de México se mostraba satisfecho de la caída de Perón, y toda la gente católica y de derecha que yo conocí en este país
se mostraba también contenta; mis amigos y yo, no; todos seguimos con natural angustia la suerte del gobierno peronista y las amenazas de la flota de cañonear Buenos Aires, (…)
Aquí la gente progresista ha definido el proceso argentino como “otro triunfo del dólar, la espada y la cruz”. Yo sé que hoy estarás muy contenta, que respirarás aire de libertad (…)
Vos podrás hablar en todos lados lo que te dé la gana con la absoluta impunidad que te garantizará el ser miembro de la clase en el poder, aunque espero por vos que seas la oveja negra del rebaño. Te confieso con toda sinceridad que la caída de Perón me amargó profundamente, no por él sino por lo que significa para toda América, pues mal que te pese y a pesar de la claudicación forzosa de los últimos tiempos, Argentina era el paladín de todos los que pensamos que el enemigo está
en el norte.
(…) Tal vez en el primer momento no verás la violencia porque se ejercerá en un círculo alejado del tuyo (…) El Partido Comunista con el tiempo, será puesto fuera de circulación, y tal vez llegue un día en que hasta papá sienta que se equivocó. Quien sabe que será mientras tanto de tu hijo andariego. Tal vez haya resuelto sentar sus reales en la tierra natal (única posible) o iniciar una jornada de verdadera lucha.

martes, 22 de octubre de 2019

El período de Entreguerras (1919-1939)


El período de Entreguerras (1919-1939)
 Autor: Felipe Pigna
¿Qué pasó después de la Paz de Versalles?
La paz firmada en Versalles por los 30 Estados involucrados en la Primera Guerra Mundial, pronto demostró su fragilidad. Cuatro imperios se habían hundido (Alemania, Austria-Hungría, Rusia y Turquía) y muchos países hasta entonces dominados por ellos, reclamaban su independencia. Las burguesías europeas miraban con gran preocupación la instalación en Rusia (1917) del primer estado socialista del mundo, que había repartido las grandes propiedades entre los campesinos y dado a los obreros el control de las fábricas.
¿Cómo surgió el fascismo?
Italia fue una de las vencedoras de la guerra pero perdió territorios en la Paz de Versalles. Esto fue vivido como una humillación por muchos italianos. A esto se sumaba la grave situación económica y la miseria que había dejado la guerra. Los partidos obreros y los sindicatos organizaron grandes huelgas en las ciudades y los campos. Los patrones temieron que se repita la experiencia de Rusia y le brindaron su apoyo al Partido Fascista creado por Benito Mussolini que prometía volver a las glorias del Imperio Romano y terminar con los socialistas y comunistas. Con el apoyo del gran capital italiano, Mussolini llegó al poder en 1922 para no abandonarlo hasta 1945. Instaló una férrea dictadura -el «Estado Fascista»- en la que existía un solo partido y un solo líder «el Duce», el propio Mussolini.

¿Por qué se produjo la crisis de 1929?
Los Estados Unidos vivieron un período de esplendor durante los años veinte. Fueron los grandes vencedores de la Primera Guerra y su economía era floreciente. Crecieron el lujo y el despilfarro a tal punto que a esta década se la llamó «los años locos». Fue tal el nivel de producción que en determinado momento, aproximadamente 1928, dejó de ser negocio invertir en la industria porque se estaban acumulando muchos productos sin venderse. Entonces comenzó la inversión especulativa en la Bolsa de Comercio de Wall Street hasta que a fines de octubre de 1929, todo se derrumbó. ¿Qué había pasado? Los grandes capitalistas se dieron cuenta de que había demasiado dinero en la bolsa y muy poco en la producción y esto les generó desconfianza y comenzaron a vender sus acciones. Se produjo un verdadero efecto dominó en el que todos vendían pero nadie quería comprar. Estados Unidos entraba en la crisis más grave de su historia.
¿Cuáles fueron las consecuenc ias de la crisis del 29?
En los Estados Unidos la crisis afectó profundamente a los sectores populares. Miles de empresas quebraron y creció enormemente la desocupación. El presidente Roosevelt a partir de 1933 implantó el «New Deal»(nuevo trato) un programa económico y social, tendiente a atender las necesidades del pueblo norteamericano: se multiplicaron las obras públicas y por ende los empleos, se fomentó el consumo interno y se les brindaron créditos a las pequeñas y medianas empresas. En sólo dos años los EE.UU. se recuperaron. El New Deal había demostrado que el estado podía intervenir en beneficio de la gente.

¿Cuáles fueron las consecuencias en América Latina?
Por el nivel de influencia de la economía norteamericana, la crisis se propagó por todo el mundo. Los países latinoamericanos dependían de las ventas de sus productos al exterior, fundamentalmente a Inglaterra y los EE.UU. Con la crisis, los países compradores bajan unilateralmente los precios de estos productos. Esto provoca una fuerte baja en las posibilidades de importar de los países de la región. Así se hizo necesario desarrollar la actividad industrial. De esta forma muchos campesinos se fueron trasladando a las ciudades a buscar empleos en estas nuevas fábricas.
¿Cómo surgió el nazismo en Alemania?
Alemania vivía desde la derrota una situación económica y social gravísima que se vio empeorada por la crisis de 1929. Creció la inflación hasta llegar a límites increíbles. Un boleto de tranvía llegó a costar 13 millones de marcos. El movimiento obrero alemán, históricamente poderoso, hizo oír su descontento con grandes huelgas e intentos revolucionarios. Como en Italia, la gran burguesía alemana, temerosa, buscó terminar a cualquier precio con la «amenaza» obrera y depositó su confianza en el partido nacionalsocialista, conocido popularmente como «nazi», liderado por Adolf Hitler.
¿Cómo fue la política de Hitler?
El fascismo alcanzó su máxima expresión en Alemania con Hitler que llegó al poder en 1933. La vida política, económica, social y cultural quedó bajo el total control del Estado y su policía secreta (Gestapo). Fueron creados los campos de exterminio en los que serán asesinadas más de 10 millones de personas, de las cuales 6 millones fueron judías acusados por Hitler de ser los responsables de todos los males de Alemania. El resto eran gitanos, eslavos, discapacitados, homosexuales y disidentes de todo tipo. En el Imperio de Hitler (Tercer Reich) no había lugar para los diferentes.

¿Cómo reaccionaron las potencias europeas frente al nazismo?
En un principio lo apoyaron y hasta firmaron pactos de amistad con Hitler. Inglaterra, por ejemplo, a través de su canciller Chamberlain, dijo que Hitler era un caballero y aceptó las anexiones de Austria y Checoslovaquia llevadas adelante por Alemania. Las burguesías europeas veían en Hitler un freno a la expansión soviética y un férreo control para las ideologías obreras. La URSS, por su parte también pactó con Hitler y le reconoció sus conquistas. Sólo en 1939, después de seis despiadados años de gobierno y exterminio, Inglaterra y Francia se decidieron a actuar contra Hitler, cuando éste invadió Polonia. EE.UU. lo haría dos años más tarde al igual que la URSS.

¿Qué fue la Guerra Civil Española?
En julio de 1936 el General Francisco Franco dio un golpe de estado contra el gobierno republicano de centro izquierda que acababa de ser elegido. Inmediatamente se formaron dos bandos: por un lado los franquistas, apoyados por Hitler y Mussolini, y por otro los republicanos, apoyados por la URSS, México y decenas de miles de voluntarios de todo el mundo. Se produjo una terrible guerra civil que dejó un saldo de un millón de muertos. El triunfo fue para las fuerzas fascistas que derrotaron a los republicanos en 1939. Franco instauró una dictadura que se prolongó hasta su muerte en 1975.

jueves, 9 de mayo de 2019

Primera Guerra Mundial



Por Cristina Rins.
LA MULTICAUSALIDAD EN LA HISTORIA
 Estudio de Caso:  la 1º Guerra Mundial
Primera Guerra Mundial:  culpables e inocentes, la explicación lineal
La realidad es compleja y los hechos resisten el abordaje lineal. Esto se pone en evidencia cuando se analiza un hecho concreto. Según la historia tradicional, la 1º Guerra Mundial se desencadenó debido al asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando, heredero del imperio Austro-Húngaro. Su muerte precipitó la intervención armada del Imperio sobre Serbia en represalia, episodio a partir del cual empezaron a intervenir los demás países europeos.
 En el juicio que se hizo a Gavrilo Princip, el joven nacionalista serbio declaró que jamás hubiera cometido el atentado si hubiera sabido que iba a provocar una tan terrible guerra. La declaración de Princip alude a una explicación lineal del conflicto: el asesinato efectuado por él desencadenó una guerra mundial (hipótesis que sostienen la mayor parte de nuestros estudiantes cuando estudian el problema). Sin embargo, aun cuando se acepte que Princip fue culpable de haber precipitado la guerra, esta debería haber sido una guerra local entre el Imperio Austro-Húngaro y Serbia. ¿Por qué una guerra local se transformó en europea? Más aun ¿Por qué una guerra europea se convirtió en guerra mundial?
 Los países vencedores[1] sostuvieron la hipótesis de la culpabilidad del Imperio Alemán en el inicio de la guerra (Cláusula 231 del Tratado de Versailles, 1919). ¿Por qué? Alemania tenía un tratado de alianza con Austría-Hungría por lo cual la respaldó en forma irrestricta y le aseguró su colaboración en caso de que se decidiera atacar a Serbia, defendida por Rusia, quien a su vez estaba aliada con Inglaterra y Francia en la Tripe Entente.
 El sistema de alianzas explica cómo una guerra local se transforma en guerra europea, no obstante, nuevamente se está frente a  una explicación lineal, de bajo poder explicativo para comprender una realidad por demás compleja. Las preguntas se multiplican.
- ¿Por qué es más culpable Alemania de respaldar a Austria-Hungría, que Rusia de sostener a Serbia, o que Inglaterra cuando intervino en la guerra para defender a Bélgica?
- ¿Por qué una guerra europea se transformó en guerra mundial?
La explicación multicausal: De las causas a los motivos ¿Cuál era la situación en Europa y el mundo hacia el 1900?
La 2ª Revolución Industrial había impulsado la expansión territorial en ultramar de las potencias europeas que competían por la posesión de colonias, estas eran mercados para la colocación de sus manufacturas, abastecedoras de materias primas, y puntos estratégicos para defender los imperios coloniales.
 África era considerada por Europa el área natural para su expansión y sus tierras fueron repartidas en diversos acuerdos sellados por las potencias (como el Congreso de Berlín). Japón intervenía en la puja colonial en Asia, como así también los Estados Unidos que se expandían económicamente en el Pacífico, América Central y el Caribe.
 La rivalidad colonial llevó a la rivalidad naval, la carrera armamentista y la competencia descarnada por el poder mundial entre las viejas potencias: Inglaterra, Francia, Rusia y las nuevas potencias: Alemania, Austria-Hungría, Italia. El punto en discusión era si las nuevas tenían derecho a disponer de una parte de los mercados mundiales que controlaban las viejas potencias; lo ilegítimo –aparentemente- eran las pretensiones de los recién llegados, ya que en ningún momento las metrópolis pusieron en duda sus derechos para estar en la Inda o en Sudáfrica, en Indochina o Argelia. Los recién llegados tampoco lo cuestionaron, solo querían su parte. Estados unidos parecía estar más allá de las rencillas “domésticas” de Europa, manteniéndose alejados con su política aislacionista.
 El nacionalismo empezó a dar cuenta simultáneamente, de la resistencia de distintas sociedades a ser dominadas por los países en expansión y cuestionaron los derechos de estos a imponerles una anexión forzada. Las resistencias que se advertían en la misma Europa –Serbia, por ejemplo-, luego se van a extender a las colonias, iniciándose los movimientos independentistas que harán eclosión después de la 2ª Guerra Mundial.
 La obligada participación de las colonias en la lucha de las metrópolis explica que la guerra europea pasara a ser una guerra mundial. El conflicto terminó por extenderse a todos los continentes con la inclusión de los Estados Unidos, que se incorporaron en 1917 para defender sus intereses comerciales afectados por una eventual victoria de los Imperios Centrales (ante el retiro de Rusia del frente oriental, afectada por las revoluciones menchevique y bolchevique, 1917) y la guerra submarina irrestricta declarada por Alemania.
¿Qué hace visible el análisis multicausal?
El análisis multicausal permite salir del corto plazo y analizar no sólo las causas, sino también los motivos de los países en lucha. Las causas explican hacia el pasado las condiciones que hicieron posible el desarrollo de un hecho, pero los motivos explican lo que los contendientes querían lograr en su futuro, el móvil de sus acciones, los cambios que querían introducir en su presente para que un futuro diferente fuera posible.
 La multicausalidad facilita pensar el tiempo largo y los escenarios alternativos  en un análisis prospectivo (hacia el futuro).
De la lógica de la guerra a la lógica de la cooperación
Un factor que falta analizar en las condiciones que hicieron posible la Gran Guerra es la lógica misma de la guerra vigente en los inicios del siglo XX. En ese entonces, nadie cuestionaba la guerra como un medio para obtener fines, era considerada un instrumento razonable y legítimo de política internacional.
 Los resultados de la guerra fueron terribles para Europa. Los vencidos quedaron en ruinas, sus territorios fragmentados, sus economías destruidas, la población civil muy afectada y dividida detrás de las fronteras de los nuevos países que diseñaron los vendedores: Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia… Los vencedores no quedaron mucho mejor, excepto que preservaron sus territorios, no obstante, se debilitaron a tal punto que Europa perdió la hegemonía mundial.
 La situación de Estados Unidos fue diferente: habían entrado en la guerra hacia el final, las acciones no se desarrollaron en su territorio, las industrias quedaron funcionando a pleno, su población civil fue tangencialmente afectada por los sucesos lejanos, los daños sufridos fueron mínimos. Emergieron de la guerra como la nueva potencia mundial. Sin embargo, fue el presidente norteamericano Woodrow Wilson quien propuso los 14 Puntos para un nuevo orden de posguerra, el último punto constituía un desafío para la lógica de la confrontación imperante: proponía crear la Sociedad de las Naciones, un organismo cuyo objetivo fundamental sería construir la paz a través de la cooperación internacional para que los pueblos no tuvieran que enfrentar nuevamente el horror de la guerra.
De la culpabilidad a la responsabilidad de la guerra
Parecería que sólo cuando las políticas agresivas de un país –o un grupo de países- se vuelven contra ellos mismos, se puede producir un salto cualitativo como fue en este caso la idea de la búsqueda de la paz a través  de la cooperación. Una idea muy desafiante porque supone la construcción de otra lógica: más allá de las culpabilidades, todos los contendientes fueron responsables por igual de conducir a sus países a la guerra y de haberla sostenido hasta sus últimas consecuencias. Todos los contendientes por igual atravesaron una pesadilla que marcó a fondo el siglo XX.
 Fue Wilson el primero en imaginar otras posibilidades para el mundo, sin embargo, su idea fue resistida por su propio país (que se negó a participar en la Sociedad de las Naciones), al igual que por Europa (cuyas potencias la boicotearon pensando que les retaceaba poder). Es a través de todo el siglo XX, un siglo extremadamente violento, y quizás por eso mismo, que la idea de la construcción de la paz a través de la cooperación comienza a abrirse camino lentamente. La idea aparece a medida que se advierte que perderé el control de la propia violencia es abrir la caja de Pandora con su carga de males, sufrimientos, fatigas y muerte. La conciencia, demorada, se fue  haciendo cargo gradualmente de la propia participación en los resultados indeseados de las acciones realizadas, la conciencia se resiste a focalizar o comprender el rol de cada uno en el juego feroz de la violencia.
 La conciencia regula la intervención de la razón para controlar las emociones y los instintos que son muy fuertes. Se produce un salto cualitativo hacia la construcción de la paz y la cooperación cuando surge el miedo a uno mismo, el miedo a aquello en lo que cada uno se puede transformar a través de la violencia: en lo más odiado, en lo que más se rechaza en el otro. Es el esfuerzo de la conciencia deliberada la que va permitiendo adoptar acciones decididas que garanticen la construcción de condiciones que irán haciendo posible gradualmente la paz y la convivencia.
Como en la caja de Pandora, queda en el fondo encerrada y a salvo la esperanza.


[1] La Triple Entente estaba integrada por Gran Bretaña, Francia y Rusia, luego se incorporaron Estados Unidos y Japón (único país que en la 2ª Guerra Mundial cambia de bando).
La Triple Alianza estaba integrada por Alemania, Austria-Hungría e Italia, Italia no participó en la guerra en un principio y luego lo hizo del lado de la Entente, el Imperio Turco apoyó luego a Alemania 

INFOGRAFIA SOBRE PRIMERA GUERRA MUNDIAL: CLIK AQUI