Históricamente el concepto de cultura ha pasado por diferentes etapas.
1) Iluminismo: (siglos XVII y XVIII) la cultura era entendida como acumulación de saber y racionalidad; así cuantos más libros se leían, cuanto más se conocían ciertos autores, tanto más culto se era. Esta noción aún persiste en aquellos que asocian la cultura con un saber erudito.
2)Romanticismo: (fines siglo XVIII y principios del siglo XIX) esta corriente comenzó a valorizar ciertas prácticas populares, antes descartadas por la cultura ilustrada. En este tiempo se acuña el nombre de “folklore” para denominarlas. Las mismas tendrían su origen en el así llamado espíritu del pueblo.
3) En el siglo XX y actualmente desde el campo antropológico se abre camino una nueva forma de pensar, la cual plantea que la cultura es más amplia, abarca otros saberes y otras prácticas. De esta forma cada comunidad elabora un sistema de sentidos, un conjunto de preceptos, de prácticas y de significaciones que le permite construir su propia identidad.
Esta corriente subraya fuertemente que cada pueblo, cada grupo humano tiene una línea de desarrollo única que le es propia. Frente a la visión iluminista que suponía un único camino para el desarrollo y, por lo tanto, la imposición a todas las culturas de seguir el mismo camino de evolución, esta corriente saca a la luz la originalidad de cada cultura, y no se preocupa por el origen de las diferencias. Con esta afirmación, además, se busca superar la clasificación que habla de culturas superiores y culturas inferiores.
4) La pregunta sobre el origen de las diversidades culturales nunca resuelta por la primera propuesta de los antropólogos, fue retomada por sociólogos marxistas interesados en el mundo de la cultura. Una de las premisas que orientaba sus investigaciones era que las culturas no son islas, ya que continuamente interactúan tratando de buscar su propio espacio, la propia hegemonía. Por lo tanto subrayaban que entre las culturas encontramos procesos de competencia. La lucha por la hegemonía es un proceso dinámico, donde se presentan momentos de predominio de cierta cultura sobre otras, que por este motivo es considerada hegemónica, y otros momentos en los cuales su lugar queda relegado a la subalternidad. Por esto, las culturas que “vencen” en las interacciones por poder son llamadas culturas hegemónicas, y aquellas minorías o culturas con posibilidad de emerger y las culturas que fueron hegemónicas pero que están decayendo en su poder, son llamadas culturas subalternas.
5) Algunos pensadores en los últimos tiempos consideran la interacción humana como fundamento de la cultura y plantean que la cultura es una relación comunicativa. Esta visión considera como válida y necesaria la tensión entre los distintos modelos de cultura.
Retomando los planteos antropológicos, comparten la idea de que no existe una cultura única y diferentes grados de desarrollo, sino muchas culturas con líneas de crecimiento propio. A su vez, toman de la definición marxista los criterios que distinguen en los procesos culturales, usos y costumbres hegemónicos y subalternos.
(Gatti, María y Blanco, Cecilia CULTURA Y COMUNICACIÓN, B.A., ED. Stella, 2001)