martes, 23 de septiembre de 2014
PROGRAMAS "EN EL MEDIO", para Cultura y Comunicación
EN EL MEDIO: EL DIARIO
EN EL MEDIO: LA RADIO
Estos son los links para ver y/o descargar los programas sobre "MMC" que vimos en el aula (también subidos al server del colegio)
miércoles, 20 de agosto de 2014
Cultura y Comunicación
CONTRATAPA (Página 12, 20/08/14)
Calidad educativa y calidad de lectura
De regreso a esta página y consciente de las distancias espirituales que proveen los viajes, resulta fascinante constatar cómo el país asiste a reencuentros conmovedores como el de Ignacio Guido Montoya Carlotto, mientras diversas especies falconiformes sobrevuelan los cielos de esta nación y la política ofrece un renovado circo de opositores a las patadas verbales. Tales comprobaciones validan reflexionar acerca de la educación en la Argentina.
En el 19º Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura, que terminó este sábado y se celebra anualmente en Resistencia, Chaco, volvieron a reunirse miles de maestros, bibliotecarios y estudiantes en un encuentro masivo que lleva casi dos décadas debatiendo el presente y el futuro de la lectura y la educación.
En un ambiente inimaginable para las prisas porteñas, cada año más de 50 intelectuales de todo el mundo discuten políticas y estrategias para que la Argentina vuelva a ser una sociedad de lectores capaz de combatir la ignorancia. Miles de educadores, narradores, poetas, investigadores, cientistas sociales y bibliotecarios, comunicadores y académicos de diversas disciplinas llenan teatros y auditorios, y universidades, escuelas y bibliotecas compartiendo una convicción irrenunciable: la educación requiere también la promoción de la mejor literatura como camino idóneo para formar lectores competentes. Educación y lectura van de la mano, y no se trata de leer cualquier texto sino los mejores.
Si en todos estos años se ha trabajado tanto para que este país se recupere como lector, ahora se apunta aún más alto partiendo de la idea de que no hay mejores orientadores de la buena lectura que los maestros y los bibliotecarios, cuando están preparados con excelencia, porque entonces, y sólo entonces, su formación y capacitación los convierten en guías de conocimiento y de comportamiento.
Si se recuerda que hace 30 y 40 años este país era una carnicería, que hace 20 éramos una sociedad que no se daba cuenta de cómo la robaban y vaciaban y que, al inicio de este siglo, en 2001, estuvimos al borde de licuarnos como nación, se entiende el entusiasmo de miles de asistentes al ya proverbial Foro de la Lectura del Chaco, donde hay conciencia de que hemos cambiado muchísimo y para bien, como la hay de que el mérito no es sólo de un gobierno.
En los últimos años creció la preocupación por la calidad de la educación, que es y, todo indica, seguirá siendo uno de los ejes de las futuras campañas políticas, y enhorabuena. Pero eso se debe sobre todo a que hoy la escuela argentina ya no es ese lugar del barrio adonde los chicos iban a tomar leche o comer un pedazo de pan una vez al día, como sucedía hace sólo diez años. Hoy la escuela no es el fogón de la olla popular, sino el escenario natural en el que se manifiesta y se discute la calidad de la educación que se brindará a las nuevas generaciones.
A su vez, la lectura ya no es ese otro desaparecido al que tanto costó recolocar en la agenda nacional. Hoy se reinstaló la lectura en la conciencia, el imaginario y la vida cotidiana de este país, y eso plantea también una exigencia de calidad que debe resolverse libro a libro, lectura a lectura.
Desde hace ya muchos años, con prédica tenaz, información alternativa y cursos, talleres y seminarios, estos foros desarrollan programas concretos. Cientos de abuelas cuentacuentos, decenas de autores en las escuelas y ediciones masivas estimulan a maestros y alumnos con nuevas estrategias, creando conciencia sobre la importancia social y política de la práctica lectora. Así se contribuyó a que los argentinos de hoy lean mucho más que los de la generación anterior, a la vez que el país tiene ya una múltiple política de Estado de lectura.
Desde luego que hay mucho por hacer. Nunca se puso en marcha el Consejo Nacional de Lectura, organismo pensado para coordinar esfuerzos e inversiones. Y no fue suficientemente difundida la 2ª Encuesta Nacional de Lectura, que debería realizarse todos los años, como en muchos países, y dando participación a las ONG que trabajan en la materia. Y esto es grave cuando esta nación está siendo sometida a un implacable bombardeo de desinformación y siembra de odio y resentimiento.
Por eso desde el Chaco se lanzó la consigna de elevar el nivel de lo que se lee. Porque lo esencial de una política de lectura no es solamente convencer a la sociedad para que lea, ni es sólo lograr índices de lectoría masivos. Siendo eso importante, lo verdaderamente significativo es que esa sociedad lea textos de calidad, que son los únicos que garantizan una buena calidad educativa.
Es necesario y es urgente, por eso, apartarse de modas e imposiciones del mercado y retornar a la Gran Literatura. Para ello, recuperar la lectura de los clásicos es un imperativo. Los clásicos universales, y los de la literatura argentina y latinoamericana. En ellos está todo y por eso el énfasis en leer menos moda y más clásicos. Menos novedades y más lecturas de calidad probada. Que la experimentación está muy bien, pero no a costa de la educación de nuestros 17 millones de chicos y chicas en edad escolar.
Los Foros en el Chaco vienen proponiendo un sistema escolar menos permeable a las sugerencias interesadas del mercado editorial. La diversidad y calidad de las lecturas de los alumnos de toda nación deben determinarlas el Estado, a través de orientaciones ministeriales. Y esto es un llamado de atención ante dispersiones y olvidos de la acción política estatal.
Criticar la educación es hoy una práctica política reaccionaria que hacen los sectores más retrógrados. Intentan que la sociedad crea que los problemas y deficiencias educativas son de hoy, pura mala praxis del gobierno nacional, cuando la verdad es que nuestros problemas educativos vienen de por lo menos los últimos 40 años y son herencia de la dictadura y de pésimas decisiones políticas como cuando en los ’90 se atomizaron planes de estudio y luego se rebajó el 13 por ciento en los sueldos docentes.
Es claro que la educación no está bien en la Argentina en términos cualitativos, pero es notable cómo ha mejorado en lo cuantitativo y lo honesto es considerar ambas perspectivas. Si en los ’90 se construyeron menos de 50 escuelas en todo el país, en esta última década se han construido más de 1500. Eso trajo, naturalmente, nuevas exigencias de todo tipo a la vez que se resentía, como no podía ser de otro modo, la calidad educativa del presente.
Por eso se recomienda elevar la calidad de las lecturas. Porque solamente leyendo mucho y bueno se educa a una nación para la democracia y la anhelada justicia social.
lunes, 11 de agosto de 2014
Presidencia de Illia
Arturo Illia y la anulación de los contratos petroleros |
Contra la
política petrolera de Frondizi se levantó una fuerte corriente de opinión. En
1958, el líder desarrollista había borrado con los hechos sus postulados de
soberanía nacional, al intentar solucionar los problemas energéticos del país
abriendo las puertas al capital privado extranjero. El 17 de enero de 1963,
ya derrocado el líder del radicalismo intransigente, se realizó en la sede
del Sindicato Unido de Petroleros del Estado (SUPE) una asamblea
multipartidaria que emitió un documento condenatorio de la política petrolera
de Frondizi. Estaban representados, entre muchos otros, el PJ, la UCRP, las
62 Organizaciones, el Movimiento de Unidad y Coordinación Sindical (MUCS), el
Partido Socialista Argentino, el Partido Demócrata Progresista y el Partido
Comunista. Entre los impulsores del encuentro, se encontraban el Centro
Mosconi y el Movimiento de Defensa del Petróleo Argentino. Con esta fuerza,
la anulación de los contratos petroleros se convirtió en tema principal de
agenda durante la campaña electoral de aquel año.
Proscripto
el peronismo, una de las fórmulas que levantó aquella bandera fue la de los
radicales del pueblo, compuesta por el cordobés Arturo Illia y el entrerriano
Carlos Perette, que finalmente triunfó en las elecciones de julio. En su
discurso de asunción, el 12 de octubre, el nuevo presidente aseguró que
cumpliría con sus promesas electorales. Asumido con un poco convincente 25%
de los votos, no podía demorarse en la concreción de aquellas medidas
anunciadas.
Luego de
una amplia amnistía política, el 15 de noviembre de 1963, Illia firmó los
decretos 744 y 745, que derogaron los contratos petroleros, declarados
“nulos, de nulidad absoluta, por vicios de ilegitimidad y ser dañosos a los
derechos e intereses de la Nación”. Al recordar aquella decisión, Illia
aseguró que en una tensa conversación privada respondió al subsecretario de
Estado norteamericano, Averel Arriman, enviado por el presidente Kennedy,
cuando lo amenazó con la suspensión de la ayuda económica al país: “Creo que
es un error del gobierno de Estados Unidos (...) La actitud del gobierno
argentino es irreversible (...) No tenemos más nada que conversar, hemos
terminado la entrevista”. Los contratos habían sido otorgados por decreto y
por decreto fueron anulados.
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Fuente: Osvaldo
Álvarez Guerrero (comp.), Arturo Illia, la ortodoxia republicana, CECIES.
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“En el
plan de largo plazo se fijarán las prioridades de inversión en el sector público
y las medidas a tomar para el aliento de la actividad privada. Nuestra acción
tenderá a afirmar las posibilidades del país, dueño de su presente y con
plena capacidad para trazar su destino; mejoraremos, con plena autonomía, los
resortes fundamentales de nuestra política económica tal como reiteradamente
lo hemos expresado. Petróleo, energía eléctrica, transportes, siderurgia y
servicios públicos son actividades en las cuales el Gobierno ha de jugar un
papel fundamental a través de la inversión y de su explotación, y hemos de
ser persistentes en la obtención de altos niveles de eficiencia por parte de
los organismos estatales. (...) En materia de política de petróleo
cumpliremos lo prometido reiteradamente. Los contratos que fueron
suscritos a espaldas de la ley y de los intereses económicos del país serán
anulados. Yacimientos Petrolíferos Fiscales será -de acuerdo con la mejor
tradición argentina- la entidad rectora de nuestro desarrollo energético.”
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Arturo
Illia
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Fuente: www.elhistoriador.com.ar
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Caricaturas y prensa de la época
martes, 5 de agosto de 2014
LA PRESIDENCIA DE FRONDIZI
Video de Conectar Igualdad en el siguiente link:
http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=40439&referente=docentes
http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=40439&referente=docentes
jueves, 10 de julio de 2014
El mundial y los Medios de Comunicación
Un vacío asombroso: la historia oficial ignora al fútbol. Los textos de
historia contemporánea no lo mencionan, ni de paso, en países donde el fútbol
ha sido y sigue siendo un signo primordial de identidad colectiva.
Juego luego soy: el estilo de juego es un modo de ser, que revela el
perfil propio de cada comunidad y afirma su derecho a la diferencia.
Eduardo Galeano, escritor
uruguayo.
Cuando sólo existían la radio
y el diario
“Todos nosotros estábamos bajo el infujo del maravilloso estilo de
Brasil, campeón del mundo, pero nadie lo había visto jugar nunca; la televisión
no había llegado a esas provincias y todos lo conocíamos por radio, por esas
voces lejanas y vibrantes que narraban los partidos. Y también por los diarios,
que llegaban con cuatro días de atraso, pero traían la foto de Pelé, el dibujo
de cómo se hacía un cuatro-dos-cuatro y la noticia de la catástrofe argentina
en Suecia.”
Osvaldo Soriano, escritor
argentino. Del cuento “Gallardo Pérez, referí”
Mirando un Partido Por
televisión
Hoy estamos acostumbrados a que la televisión nos
muestre un partido de fútbol desde distintas tomas. Podemos ver la misma jugada
desde un punto de vista y su repetición, desde otro. En la actualidad, el
avance tecnológico permite, por ejemplo, incorporar mayor cantidad de cámaras
en una cancha. Sin embargo, años atrás, mirar un partido era muy diferente.
Vale la
pena explorar estas transformaciones que, como dijimos, también influyen en la
manera en que recibimos y entendemos el mensaje.
Identidad
El martes 30 de junio de 1998, la Argentina
mostraba sus calles casi desiertas. En bares, oficinas o en las propias casas,
la inmensa mayoría de los argentinos se agrupaba frente a la pantalla de algún
televisor. Los seleccionados de fútbol de Argentina e Inglaterra disputaban un
partido con motivo del Campeonato Mundial de Francia.
Cuando el silbato del
árbitro marcó el final del encuentro y el triunfo para el equipo argentino, las
calles se llenaron nuevamente de gente: hombres, mujeres, niños, jóvenes,
profesionales, amas de casa, estudiantes, obreros, taxistas. En las calles
dominaba el celeste y blanco de las banderas. Los colores aparecían en los
rostros pintados de la gente, en los gorros, en las camisetas, en los balcones
o en las manos. Una lluvia de papelitos, sumada al ruido de las bocinas, bombos
y cornetas, acompañó los saltos junto al grito “el que no salta es un inglés”.
¿Por qué personas tan
distintas entre sí, con historias individuales tan diferentes y únicas, que no
se conocían ni se habían visto jamás, se expresaban de manera casi idéntica
frente al triunfo del seleccionado nacional? ¿Qué los unía? La respuesta
resulta casi obvia. “Todos somos argentinos. Cómo no vamos a festejar un
triunfo del seleccionado.”
Sin duda, nacer en un
determinado país, identificarnos con los símbolos patrios, hablar una lengua
común, adquirir costumbres similares, apoyar a la selección nacional, son
elementos que funcionan como puntos de referencia en torno de los cuales se
construyen las identidades.
Desde chicos,
aprendemos de la sociedad y de los medios cuál es nuestra identidad nacional,
regional, local e individual. Anuncios publicitarios, telenovelas, fotografías,
series, películas, notas periodísticas y noticieros, construyen constantemente
nuestra identidad. Sin duda, nacer en un determinado país o región, identificarnos
con sus símbolos patrios, hablar una lengua común, adquirir costumbres
similares, apoyar a la selección nacional de fútbol, son elementos que
funcionan como puntos de referencia en torno de los cuales se construyen las
identidades.
Todos nosotros nos
desarrollamos como sujetos sociales dentro de un particular contexto cultural
y, en ese proceso, nos apropiamos de un conjunto de significados comunes que
nos permiten interpretar el mundo de manera más o menos similar, expresar
nuestras ideas y sentimientos de un modo que pueda ser comprendido por quienes
nos rodean.
La identidad se
aprende. No nacemos con ella. La identidad no es genética, es una construcción
social. La aprendemos en el hogar, en la escuela, en el club, en la calle; la
construimos en todos los ámbitos en los que nos interrelacionamos socialmente.
En la escuela, por
ejemplo, las imágenes de los libros de textos, los relatos históricos, las
carteleras, los festejos de las efemérides patrias, los juegos en los recreos,
conforman un universo de sentido que posibilita la apropiación de una identidad
cultural compartida.
Los medios, nos
sugieren qué pensar, qué sentir, qué creer, qué desear y qué temer. Nos
muestran cómo vestirnos, qué consumir, de qué manera evitar el fracaso y cómo
reaccionar ante miembros de grupos sociales diferentes al nuestro. Los medios
nos ofrecen modelos de identidad individual, nacional y cultural, aun cuando no
necesariamente los tomemos tal cual nos son propuestos. Los modelos que se
ofrecen no son únicos sino diversos y a veces contradictorios.
La identidad nacional,
entonces, se construye sobre la memoria colectiva común, expresada a través de
las tradiciones, la historia compartida y las relaciones sociales cotidianas.
Esto nos permite pensar la identidad nacional como una construcción social,
dinámica y cambiante. Y que, por lo tanto, puede ser sujeta a análisis,
interpelación y transformación.
Existe otro aspecto de
la identidad que es importante analizar: aquel que vincula la identidad con la
diferencia. En la construcción de la identidad de cualquier grupo social, al mismo
tiempo que se conforma un nosotros toma forma un otro, con atributos y
cualidades que hacen a esos otros distintos de nosotros.
¿Cuál es el papel de
los medios de comunicación en relación con la construcción de nuestra
identidad? Los medios –como dijimos– participan activamente en la conformación
de nuestra identidad en la medida en que infuyen sobre la idea de un nosotros,
que es distinto de un los otros. Los medios participan en la construcción de la
idea de nacionalidad, raza, género, etc.
Analizar con los
alumnos la manera en que los medios hablan de “nosotros” y de “los otros” es
fundamental para comprender la manera en que los medios construyen
representaciones del mundo.
Podremos entonces
preguntarnos frente a cualquier mensaje de los medios: ¿Cómo hablan los medios
acerca de “mí” o de “nosotros”? ¿Cuál es el nosotros al que pertenezco?
¿Quiénes son los otros? ¿Cómo son representados?
Aquí, buscaremos
preguntar acerca de la manera en que la radio, el diario, la televisión e
Internet hablan de los diferentes países que participan del Mundial de Fútbol. ¿Qué
es una nación y cómo es entendida? ¿Cómo representan sus culturas? ¿Qué
aspectos destacan de ellas? ¿Cuáles son los menos representados? ¿Hablan solo
de los equipos de fútbol o de las culturas y sociedades a las que representan?
¿Se habla de “los ingleses”, “los alemanes”, “los españoles”, “los africanos”,
“los latinoamericanos”, “los argentinos”? ¿Qué se dice de “ellos” y de
“nosotros”?
miércoles, 25 de junio de 2014
Canción "No llores por mí Argentina"
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martes, 24 de junio de 2014
POLÍTICA EXTERIOR PERONISMO: LA TERCERA POSICIÓN
“En
el orden político, la Tercera Posición implica
la soberanía de las naciones al servicio de la humanidad en un sistema
cooperativo de gobierno mundial. En el
orden económico, la Tercera Posición es el abandono de la economía libre y de la
economía dirigida por un sistema de economía social al que se llega poniendo el
capital al servicio de la economía. En el orden social, la Tercera Posición
entre el individualismo y
el colectivismo es la adopción de un
sistema intermedio cuyo instrumento básico es la justicia social. Esta es
nuestra Tercera Posición, que ofrecemos al mundo como unasolución
para la paz”.
Mensaje
de Perón al inaugurar las Sesiones del Congreso el 1/05/1951.
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