martes, 12 de mayo de 2015

DÉCADA INFAME - 5° EGO Colegio 735




OPOSICIÓN A LA "RESTAURACIÓN CONSERVADORA" (1932-1943): F.O.R.J.A

El 29 de junio de 1935, un grupo de radicales disidentes fundaron la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA). Con el golpe del 6 de septiembre de 1930, que derrocó al presidente radical Hipólito Yrigoyen, José F. Uriburu y Agustín P. Justo inauguraron una década de fraude y negociados. Cuando el Partido Radical decidió abandonar la abstención electoral, el último bastión de resistencia para deslegitimar al régimen, un grupo de radicales –entre los que se encontraban Arturo Jauretche, Homero Manzi, Juan B. Fleitas, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo y Raúl Scalabrini Ortiz- decidieron apartarse del Partido Radical y formar FORJA, un movimiento ideológico que intentó recuperar las ideas de Hipólito Yrigoyen y levantar las banderas de la defensa de la soberanía nacional.
EN EL TERRITORIO MÁS RICO DE LA TIERRA, ARGENTINA, VIVE UN PUEBLO POBRE, MAL NUTRIDO Y CON SALARIOS DE HAMBRE. NUESTRA MISERIA SE DEBE A QUE SOMOS UNA ARGENTINA COLONIAL.
HASTA QUE LOS ARGENTINOS NO RECUPEREMOS PARA LA NACION Y EL PUEBLO EL DOMINIO DE NUESTRAS RIQUEZAS NO SEREMOS UNA NACION SOBERANA, NI UN PUEBLO FELIZ. POR ELLO: QUEREMOS UNA ARGENTINA LIBRE DE TODO IMPERIALISMO EXTRANJERO, CUALQUIERA SEA LA IDEOLOGIA CON QUE SE PRETENDA ENCUBRIR LA EXPLOTACION. SIN ELLO, NO PODRA EXISTIR LIBERTAD, DEMOCRACIA, JUSTICIA.
LUCHE CON NOSOTROS PARA RECUPERAR LA PATRIA PARA EL PUEBLO. (Volante de FORJA)
REPLICA AL MONUMENTO
Jorge Canning escribía en 1824: "La América Española es libre, y nosotros los ingleses manejamos nuestros negocios con habilidad, ella será inglesa". (Carta a Granville, citada por H. Temperley en "The later América Policy of George Canning"). Bajo su inspiración e instrucciones, la diplomacia inglesa nos segregó la Banda Oriental del Uruguay y el Alto Perú. Los financieros ingleses Baring Brothers nos endeudaron sin arriesgar capitales. Los comerciantes ingleses se apoderaron del manejo de la moneda, de la tierra y del comercio exterior. Cien años después, la obra de dominación ha quedado completada y perfeccionada:
INGLESES son los medios de comunicación y transporte.
INGLESAS las empresas monopolizadoras del comercio exterior.
INGLESAS en su mayor parte las empresas de servicios públicos.
INGLESAS las más grandes estancias de la República.
INGLESAS las mejores tierras de la Patagonia.
INGLESAS todas las grandes tiendas.
INGLESAS todas las empresas que rinden dinero y están protegidas por el Gobierno Argentino.
INGLESAS son las voluntades que manejan la moneda y el crédito desde el Banco Central.
INGLESAS son las directivas a que obedece nuestra política exterior e interior.
INGLESAS "son" las Islas Malvinas y las Orcadas.
Los designios de Canning se han cumplido. Los negocios ingleses se han conducido y se conducen con "habilidad".
¡POR ESO CANNING TIENE UNA ESTATUA EN BUENOS AIRES!
CIUDADANO: Reflexione que tal exclavización de un pueblo -típico de toda política imperialista, cualquiera sea su bandera- operada arteramente durante un siglo por Gran Bretaña, sólo ha sido posible por la permanente y traidora entrega del país, realizada por nuestra oligarquía.
En consecuencia, nuestra lucha de argentinos debe ser doble: contra el enemigo extranjero que invade y contra el enemigo de dentro que entrega. Y mientras el fascismo intenta la sustitución del coloniaje británico por el de otras potencias, y el marxismo trabaja por destruir la Revolución Nacional, las direcciones de la Unión Cívica Radical, empecinadas en su oportunismo electoralista, se oponen a la línea de intransigencia y de lucha argentina.
F.O.R.J.A., expresión auténtica de la Unión Cívica Radical, desde su invariable posición de combate, concita al pueblo para la reconquista y defensa de su soberanía.  (1937)

martes, 5 de mayo de 2015

La inserción de Latinoamérica en la División Internacional del Trabajo



La inserción de Latinoamérica 
en la División Internacional del Trabajo


Tras las décadas de las luchas independentistas y guerras civiles, una vez estabilizados, los gobiernos latinoamericanos iniciaron la “modernización” de sus países a fin de incorporarlos en la división internacional del trabajo. Las nuevas repúblicas establecieron vínculos con Inglaterra tanto por los crecientes préstamos como por el intercambio desigual.

El desarrollo del capitalismo periférico fue extravertido, es decir, orientado hacia el mercado exterior, ya que los centros industriales obligaron a las periferias a cumplir la función de proveedoras complementarias.

Las inversiones

Durante el siglo XIX la mayoría de las inversiones extranjeras en América Latina eran de origen británico. En una primera etapa predominaron los préstamos a largo plazo a los gobiernos, y luego las inversiones directas de infraestructura –como el ferrocarril- y a las producciones más dinámicas: minas,  agricultura comercial, petróleo y bancos.  Además aumentaron los préstamos al estado.

En esa segunda etapa el ferrocarril se convirtió en un símbolo de progreso, modernización y “acción civilizatoria”  para las clases dirigentes, porque permitía recibir alguna ventaja tecnológica de la revolución industrial. Pero los inversores obtuvieron grandes concesiones inclusive en tierras en muchos casos.

Francia también había hecho pocas inversiones en el continente, pero intervino varias veces militarmente, en reclamos de deuda o indemnizaciones para sus colonos, bloqueos comerciales e inclusive invadiendo México.

Las ciudades más importantes  y las costumbres también se hicieron más europeas en busca de la “modernidad”. Se introdujeron algunos progresos técnico como el alumbrado público a gas, se  construyeron y remodelaron suntuosos edificios gubernamentales, privados y por ejemplo teatros, que recibieron compañías europeas en gira.

Diferentes economías exportadoras de materias primas

Los propios estados desencadenaron un proceso de acumulación originaria expropiando tierras a la iglesia y a comunidades de los pueblos originarios. Se impuso la abolición de la esclavitud y se fomentó progresivamente la inmigración para paliar la falta de mano de obra. Cada país puso en marcha actividades primario exportadoras constituyendo un sector moderno de sus economías ligado a las inversiones imperialistas. Esta transición capitalista tuvo lugar bajo la forma “oligárquico dependiente”, ya que lejos de eliminar a la gran propiedad agraria colonial, reforzó el poder de los terratenientes o latifundistas.

Furtado distingue en las economías latinoamericanas tres tipos de países:

a) exportadores de productos agrícolas de clima templado

b) exportadores de productos agrícolas de climas tropicales

c) exportadores de minerales.

Como estos países no tenían una economía diversificada (monocultivo o monoproducción) su economía resulta vulnerable porque dependían de las exportaciones para poder importar los productos que no produce.

Las reformas liberales

 La organización de los estados nacionales se hizo bajo el signo liberal, y debido a eso fue posible la transición hacia el capitalismo dependiente.  Así como el latifundio y las formas serviles de trabajo continuaron, se acentuó el despojo y racismo hacia los pueblos originarios. Las reformas liberales apuntaron contra las comunidades desplazando a los indígenas de sus tierras y obteniendo la sumisión de la mano de obra. Este proceso ocurrió e paralelo en varias regiones (sur de Chile, Patagonia y chaco en Argentina, Yucatán, Guatemala, Perú, amazonia brasilera).

Estas prácticas se justificaron con el credo positivista y el darwinismo social, bajo el supuesto de que las “razas más débiles” no podían contribuir al progreso. El etnocidio fue un denominador común y en las nuevas repúblicas los indios fueron despojados prácticamente de sus derechos políticos.

Entre 1860 y 1900 tuvo lugar una inmigración masiva europea en los países de la costa atlántica. EEUU llegó a sumar 20 millones de inmigrantes, Argentina seis, Brasil cuatro, Uruguay un millón y Cuba 800.000. Millones de europeos dejaron su lugar en búsqueda de nuevos horizontes laborales, y contaron con el apoyo de los gobiernos locales. Su inclusión fue significativa como mano de obra agrícola, promotora de actividades comerciales, talleres, servicios y manufacturas urbanas y educación.

El  estado oligárquico

En casi toda Latinoamérica los estados se consolidaron recién a partir de 1870, hegemonizados por la oligarquías terratenientes y con el financiamiento de préstamos externos que les permitieron someter las resistencias provinciales o regionales a expensas de un poder central.  La dominación oligárquica impulsó programas modernizadores y defendió el liberalismo económico.

En el plano político mantuvieron fuertes restricciones a la democratización evitando el voto universal, y utilizaron el fraude, el clientelismo y la violencia para impedir toda forma de oposición. Los partidos eran sólo organizaciones formales, el estilo de liderazgos era autoritario y personalista. La estructura de poder era una combinación de oligarquías locales con la hegemonía de una de ellas. Otra característica fue el control de la transmisión del mandato. Las oligarquías mantuvieron el monopolio del poder hasta principios del siglo XX y aprovecharon los beneficios del “nuevo pacto colonial”.  Para estas minorías existían dos modelos de desarrollo: el estadounidense y el inglés. Adoptaron el pensamiento positivista y tendieron a la incorporación de intelectuales al régimen.  Llevaron adelante reformas liberales como los casamientos civiles, secularización de cementerios y enseñanza laica, lo que produjo conflictos con la Iglesia.

Chile representó el más exitoso estado oligárquico, en Argentina estuvo representada por el modelo de Roca, en Perú la llamada “república aristocrática”, en Brasil la “República Vieja” y en México por el “porfiriato”

(Extraído de Gallego, M, Egger Bras, T. y otros “Historia Latinoamericana 1700-2005”. Ed. Maipue)