martes, 3 de abril de 2018

Dignidad Humana



De hombre a persona
 Al decir PERSONAS nos referimos a individuos que no sólo cumplen sus funciones biológicas sino que también comparten su existencia con otros, aman, luchan por sus ideales, sufren, crean su cultura, organizan la vida en comunidad. Esas capacidades que nos hacen personas son la base de la DIGNIDAD HUMANA.  Esta dignidad nos hace iguales por sobre todas las diferencias de etnia, sexo, cultura, edad, nivel socioeconómico; es un valor universalque exige no degradar a otras personas y nos da el derecho a defendernos si somos discriminados.
Si bien la capacidad de comprender y amar son propias de todo ser humano (innatas) y constituyen su dignidad inviolable, más allá de lo que él pueda hacer con ella, ésta no puede manifestarse ni calificar la vida del individuo sino en un ámbito que permita su desarrollo. La vida humana exige un proceso  de personalización que consiste en superar  las condiciones de mero individuo (subsistencia, afirmación de sí) para llegar a reconocerse a sí mismo ante el otro y con el otro. Este proceso de personalización se desarrolla en sociedad, en la trama de relaciones y valoraciones en las que el niño va reconociéndose en contacto con otros. La calidad de las relaciones que lo acompañen en su crecimiento le permitirán comprender su dignidad y la de los seres que lo rodean. Esta es la tarea esencial de toda sociedad, gracias a la cual no sólo lo integra a los individuos que la componen en una sola comunidad, sino que a la vez, permite nuevos crecimientos y los impulsa a nuevas posibilidades.
Permitir que todo ser humano alcance las condiciones de dignidad que le son propias implica:
-transformar las situaciones que amenazan la dignidad o que le impiden alcanzarla,
-modificar las condiciones materiales de pobreza, aislamiento, discriminación. Existen ejemplos actuales: la obra de la Madre Teresa de Calcuta a favor de los moribundos, instituciones que defienden los derechos de los aborígenes, o de los migrantes, grupos que tratan de ayudar a personas que se encuentran en situaciones sociales de marginación: chicos de la calle, desocupados, enfermos de sida…
-desarrollar la conciencia social del valor de la propia vida y la de los  semejantes y crear asociaciones civiles, religiosas  o culturales que promuevan la defensa de los derechos humanos.
Como podemos ver, no es posible pensar en el hombre como en un ser aislado; su vida está siempre entrelazada en profundos vínculos sociales y  es allí donde descubre y desarrolla todas sus capacidades.

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