jueves, 11 de octubre de 2018

REVOLUCIÓN CUBANA


1. REVOLUCION CUBANA
Dentro del marco del mundo bipolar, la Revolución cubana producida en 1959 fue un duro golpe para los Estados Unidos. Cuba había estado bajo su órbita desde la independencia cubana de España en 1898, dominación corroborada por la Enmienda Platt, que le daba derecha a intervenir en los asuntos internos. Bajo el neocolonialismo norteamericano, Cuba sufrió el atraso económico, el monocultivo, el desempleo crónico, el analfabetismo y la instauración de gobiernos dictatoriales como la de Fulgencio Batista. Tras el fracasado asalto al Cuartel de la Moncada el 26 de julio de 1953, Fidel Castro con un grupo de revolucionarios (entre los que se encontraba el argentino Ernesto “Che” Guevara) organizó el Movimiento 26 de julio que llegó a Sierra Maestra en 1956 para formar guerrillas con apoyo popular. Los campesinos se unieron a la causa revolucionaria, y la guerrilla se extendió por toda la isla. El 1ro. De enero de 1959 el dictador Batista huyó de La Habana y Fidel Castro pudo tomar el gobierno. El país estaba en la miseria, porlo que Fidel Castro fue a Estados Unidos a a solicitar ayuda económica. EEUU no se la dio, y en cambio organizó el bloqueo económico  la fracasada invasión a Bahía de los Cochinos(1961). Empujada por el aislamiento, Cuba solicitó apoyo a la URS, que se lo dio, comprándole las cosechas de azúcar a precios excelentes. La política socialista en Cubo redujo las tarifas de energía eléctrica, gas y teléfonos, nacionalizó la Compañía telefónica, los derivados del petróleo, incrementó los salarios, estableció una reforma agraria donde se suprimieron los latifundios, nacionalizó los monopolios y empresas cubanas, y reorganizó la educación y salud pública.
2. LA POLÍTICA IMPERIALISTA DE EEUU
El ejemplo cubano movió a distintos grupos revolucionarios en países latinoamericanos a organizar guerrillas, por lo que EEUU desarrolló la teoría de la Seguridad Nacional
Durante la presidencia de John F. Kennedy (1961-1963) se impone un nuevo estilo político en los EEUU, con asesores especialistas y científicos. Con el aumento de la producción industrial se incrementa el presupuesto estatal para financiar la intervención en los países “en vías de desarrollo”, los programas espaciales y  de armamentos e ofrece un amplio programa de ayuda, sobre todo militar, a los países del Tercer Mundo, creándose un “Cuerpo para la paz” con técnicos voluntarios  y la “Alianza para el Progreso”, programa de ayuda económica a los países latinoamericanos. No por ello deja de lado sus presiones: en 1962 logra, en la Conferencia de Punta del Este, separar a Cuba de la OEA por dos tercios de los votos de los países americanos, y también envía diez mil “asesores militares” a Vietnam.
Cuando Kennedy es asesinado, el presidente Lyndon B Johnson rectifica la política exterior volviéndolamás agresiva. En Panamá en 1964 las tropas norteamericanas en el canal reprimen una manifestación de estudiantes panameños, provocando 30 muertos y más de 300 heridos. Intervienen militarmente Santo Domingo y envían masivamente tropas a Vietnam. Al producirse la revolución cubana habían sostenido que defenderían en todos los casos la democracia representativa. Con esta nueva política, los golpes militares dejaban de ser mal vistos, y la seríe de golpes militares en América Latina demostraban que volvía a predominar el poderío militar. En Brasil, el golpe militar contra Joao Goulart inaugura en 1964 un largo período (21 años) de dictaduras con apoyo norteamericano.
También intervino EEUU en Asia. Corea, que había sido ocupada por Japón, en 1945 fue dividida endos estados, norte y sur, el primero invadido por Rusia y el segundo por los EEUU. Al retirarse en 1948 las fuerzas de ocupación, la primera adoptó un sistema comunista apoyada por China y la segunda uno liberal capitalista dominado por EEUU. La guerra de Corea (1950-1953) terminó en el fracaso de EEUU en su deseo de dominar toda la región (pese al apoyo de la ONU, que envió tropas de 15 naciones contra el norte, considerado “agresor”), pero continuó con la presencia en el sur y las presiones sobre el norte.
(Eggers Brass, Teresa
Historia Argentina una mirada crítica (1806-2006)
Ituzaingo, Maipue, 2006)



Enlace para ver "Revolución Cubana", del ciclo REVOLUCIONES emitido por Canal Encuentro


PELÍCULA "DIARIOS DE MOTOCICLETA" (Clikear enlace)

Diarios de Motocicleta es una película  biográfica basada en los diarios de viaje del Che Guevara y Alberto Granado. Dirigida por Walter Salles y protagoizada por Gael García Bernal y Rodrigo de la Serna (2004)


TEXTO DE EDUARDO GALEANO, en "Los hijos de los días"
Octubre
8
LOS TRES
En 1967, mil setecientos soldados acorralaron al Che Guevara y a sus poquitos guerrilleros en Bolivia, en la Quebrada del Yuro. El che, prisionero, fue asesinado al día siguiente.
En 1919, Emiliano Zapata había sido acribillado en México.
En 1934, mataron a Augusto César Sandino en Nicaragua.
Los tres tenían la misma edad, estaban por cumplir cuarenta años.
Los tres cayeron a balazos, a traición, en emboscada.
Los tres, latinoamericanos del siglo veinte, compartieron el mapa y el tiempo.
Y los tres fueron castigados por negarse a repetir la historia.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Revolución Rusa


Rusia 1917: Tres revoluciones en una
(Lidia Miranda, en Revista Criterio 2443, 2017)
En estas últimas semanas se habló mucho del legado de la revolución rusa. No cabe duda de que conserva una poderosa capacidad de interpelar a las sociedades del siglo XXI. Quizás una clave resida en su compleja naturaleza. Es hija de la revolución francesa, que fue una revolución política y social al mismo tiempo. Pero también lo es de la revolución industrial, con todas sus implicancias, que llegan a terrenos insospechados como la familia, las costumbres, la geografía, la naturaleza, las ciencias y las artes.
Las tres caras de la revolución rusa
En febrero (marzo) se produjo una revolución política que se inició con el colapso del zarismo, un régimen que se había vuelto anacrónico, y concluyó en octubre (noviembre) con la toma del poder por los bolcheviques. La revolución política fue a su vez doble: por un lado, el colapso de la dinastía de los Romanov, que dejó un juego abierto con varias alternativas; por otro, la toma del poder por los bolcheviques en octubre y su consolidación luego de ganar la guerra civil. Finalmente, terminaron por hacer realidad la metamorfosis de la vieja Rusia en la vanguardista Unión Soviética.
Fue asimismo una revolución social que trastornó las jerarquías tradicionales, derribó prejuicios y viejas creencias, anuló el prestigio arcaico de las aristocracias y la deferencia por parte de los sectores subalternos. En pocas palabras, permitió que se le abriera el paso a una sociedad que aspiraba a ser más igualitaria. O al menos, motorizó la expectativa de lograrlo, algo imposible bajo la opresiva época de los zares. Esto se reflejó en las estructuras sociales, la composición familiar, el papel de la mujer, las expresiones culturales y estéticas imbuidas de la fiebre vanguardista. La sociedad se vio profundamente trastocada, así como las aldeas rurales e incluso las ciudades, sometidas al esfuerzo bélico primero y, más tarde, al hacinamiento de los planes quinquenales.
En tercer lugar, sentó las bases de una completa revolución industrial, sumamente original, por cierto, dado que innovó en materia de planificación, algo a lo que Occidente sólo se había asomado muy tímidamente. Ese proceso no fue irrelevante, puesto que habilitó a la URSS a convertirse en pocas décadas en superpotencia, con una capacidad industrial que habría sido inimaginable en 1917. Y buena parte de ese proceso se dio a contrapelo de Occidente, en crisis desde 1929. La revolución transformó la economía, alteró el tradicional equilibrio campo/ciudad, llevó a que se levantaran urbes de la nada, modificando incluso el paisaje y la naturaleza.
Si la revolución rusa contiene tres revoluciones en una, cabe argüir que supera en proporciones y significación a la revolución francesa. Esta última fue una revolución social y política, pero en absoluto industrial. La rusa es por tanto un hito mayúsculo en la historia del siglo XX. Así, ¿pueden sus causas ser minúsculas?
Un complejo abanico de causas
Los historiadores prefieren unas u otras explicaciones según infinidad de criterios. Los héroes no faltan, dado que los hay en gran número en esta historia, y para ello basta con cotejar el panteón de próceres que construyó la épica revolucionaria. La tentación historicista está latente. Además, el comunismo les dio a los líderes revolucionarios una sólida preparación política, aunque no se puede pasar por alto que en febrero de 1917 se vieron sorprendidos por el modo en que se precipitaron los acontecimientos. Sea como fuere, los revolucionarios son importantes actores, pero necesitan de las condiciones históricas, que no creían sin embargo mayormente favorables, al menos a priori
No lo parecían por varias razones. El agotamiento de un régimen escasamente popular que se enredó en una guerra mundial que no controlaba podía ser un buen terreno, pero la sociedad estaba exhausta y el gobierno se favorecía con esa inercia; la debilidad de la burguesía y del liberalismo en una Rusia que había dejado la servidumbre apenas medio siglo antes y que lo había hecho a desgano, sin alentar la modernización de la sociedad, también cuentan. Incluso podría hablarse del fracaso de todo intento de modernización, por más tibio que haya sido luego del asesinato del zar Alejandro II, con el consecuente endurecimiento político de sus sucesores, que retrocedieron a la más dura autocracia. También la derrota en la guerra ruso japonesa, no sólo humillante a nivel internacional sino debilitante para un gobierno que dependía de la coerción más que de cualquier otra cosa; de ahí que todo el mundo tuviera bien claro que nada había cambiado cuando se creó la Duma. Y a todo ello hay que sumar un país de extensos latifundios y con escasa inversión por parte de sus dueños, que trabajaban la tierra con técnicas envejecidas.
Las reformas que se intentaron fueron insuficientes y sin demasiado entusiasmo, por ejemplo, la industrialización emprendida a fines del siglo XIX que, si bien importante, no tuvo posibilidades reales de alterar las estructuras sociales ni económicas de la Rusia profunda. En efecto, fueron pensadas más para preservar el poder del zar que para expresar un compromiso sincero por modernizar y hacer progresar el país. La sumatoria de estos factores explica la inesperada coyuntura revolucionaria que contra todos los pronósticos se produjo en 1917, en el país menos esperado, sin clase obrera casi y sin haber transitado previamente ninguna revolución burguesa –la experiencia decembrista no fue más que una fugaz primavera de la que nadie se acordaba a comienzos del siglo XX–.
Presto vivace e finale
En 1917 el régimen zarista no pudo seguir funcionando con la inercia que le daban siglos de opresión. La situación se había modificado con la Primera Guerra Mundial (1914-1918). No fue una guerra más sino un conflicto capaz de consumir todas las energías sociales, deshacer sistemas de valores, estructuras de poder, jerarquías y relaciones de autoridad, haciendo de la sociedad una suerte de tabula rasa; además, movilizó pasiones, a favor y en contra, dado que necesitaba poner en marcha a los soldados y sostener todo ese esfuerzo social.
La guerra y la revolución se entrelazaron en 1917, así como lo habían hecho en 1905 en la misma Rusia, en Francia en 1870 con la Comuna, para poner antecedentes a los que se parece esta relación entre guerra y revolución, que casi no fue contemplada por la teoría marxista de la revolución. Y se repitió igualmente en España en 1936 y en China durante la invasión japonesa en la década de 1930. Antes de que llegara Lenin al poder, la guerra ya había provocado una completa revolución en las estructuras sociales, económicas y políticas de Rusia, y amenazó con provocar escenarios parecidos también en otras geografías. De cómo las guerras producen revoluciones podría denominarse también este artículo.
La revolución empezó 
ya durante la guerra, antes de 1917 o de la vuelta de Lenin a Rusia en abril. La guerra puso a prueba la autoridad del zar y llevó al punto de erosionarla, cuando éste se dispuso a cumplir los compromisos bélicos con Occidente contra el clamor de la sociedad rusa y de la calle. Además, en un gobierno personal, autocrático, la responsabilidad reposa sobre una sola cabeza y esto es un riesgo porque es quien tiene que dar la cara por los errores y pagar las consecuencias. La revolución política ya se sentía en el aire cuando Rasputín estuvo en boca de todos: la tradicional autoridad del zar se encontraba deslegitimada.
Por otro lado, en Rusia la guerra también provocó una revolución social; la sociedad que llegó a 1917 ya había abandonado la tradición. El conflicto total de 1914 exigió reclutamiento de masas, en un país donde las masas carecían de los derechos más elementales. Miles de campesinos pobres se convirtieron en soldados mal provistos y mal alimentados, mientras los oficiales, que habían sido sus señores en tiempos de paz, daban las órdenes. No era posible que se unieran para conformar la heroica nación en armas: no hubo union sacrée, puesto que no podía haber un nosotros que los mancomunara. Definitivamente, la guerra no era una causa “nacional” para estos soldados. Era la tropa la que debía poner el cuerpo, ir al frente en primera línea y era duramente castigada en caso de deserción. La guerra no hizo la nación, sino la revolución. El reclutamiento en masa aceleró el reclamo por mayor igualdad social. A diferencia de Occidente, Rusia no era una sociedad de masas, donde éstas hubieran sido integradas a través de la extensión de los derechos o de políticas de nacionalización.
La guerra también lanzó en Rusia la primera piedra de la revolución industrial. No porque sea posible argüir que ésta haya tenido su inicio durante el conflicto, sino porque se advirtió ahí con claridad que no se podía ganar una guerra de masas sin industria y que Rusia en este terreno dejaba mucho que desear (el conflicto armado de 1914 sobre-exigió la economía de todos los países involucrados). El pobre desempeño militar no fue sólo producto de la limitada industria rusa, sino también de sus arcaicos métodos de producción rural que impedían obtener los excedentes que el esfuerzo bélico requería. No sólo se necesitaba una revolución industrial sino una transformación en el campo que acompañara toda la modernización de la economía. Pero los campesinos a duras penas podían sostener una economía de subsistencia, que se volvía insuficiente en tiempos de guerra de masas, con miles de soldados para alimentar.
Así, las condiciones impuestas por la guerra trazaron la agenda de la revolución. Por ello, cuando en febrero de 1917 asumió el gobierno provisional, y se vio que éste no avanzaba en los cambios sociales o económicos esperados, se cavó su propio foso. En octubre (noviembre), los bolcheviques llegaron para hacer cumplir las promesas de la triple (o cuádruple) revolución.

https://www.revistacriterio.com.ar/bloginst_new/2017/12/10/rusia-1917-tres-revoluciones-en-una/

La autora es historiadora e investigadora del Conicet.


miércoles, 23 de mayo de 2018

MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACION: Transmisión de valores y estereotipos


Transmisión de valores y estereotipos
Comprender que los mensajes de los medios son producto de un proceso de construcción es importante porque permite apreciar que los medios no sólo difunden información y entretenimiento, sino que transmiten, al mismo tiempo un conjunto de creencias sobre cómo son las personas, cómo deben actuar, qué cosas son justas o injustas, correctas e incorrectas, etc.
Estas pautas culturales transmitidas por los m.m.c forman parte de la socialización de los miembros de nuestra sociedad.
A través de la cultura cada sociedad define ciertos patrones de comportamiento y los valores desde los cuales es posible juzgarlos. En esa operación la sociedad construye una imagen de los distintos grupos e individuos que la conforman y de las actitudes que cada uno de ellos puede o debe adoptar. Tenemos ciertas ideas formadas de cómo son los alumnos, los empleados públicos, los políticos, los artistas los desocupados.
Los mensajes mediáticos son una fuente importante de las ideas que nos formamos respecto de los otros miembros de la sociedad y de nosotros mismos. Muchas veces estas ideas pueden estar basadas en prejuicios o en modelos de comportamiento rígidos. En estos casos decimos que los medios crean estereotipos para describir cómo son y cómo se comportan los grupos que conforman a la sociedad. Aunque los estereotipos no son inventados, constituyen una simplificación  de la realidad: resaltan algunos rasgos y ocultan otros.
Los modelos de comportamiento y los valores que nos llegan a través de los MMC no son los únicos vigentes en la sociedad. En una sociedad democrática a libertad de expresión permite que convivan opiniones diversas. Por eso es importante ser críticos y preguntarnos cuáles son los valores y estereotipos que nos imponen y cuáles son los valores que deseamos construir.


martes, 15 de mayo de 2018

Testimonios del 17 de octubre de 1945


“Fue un día maravilloso [...] familias enteras salieron a la calle. Mi hijita vino con nosotros; la llevé a babucha gran parte del trayecto [...] la gente coreaba estribillos y cantaba, hacía bromas y juegos. La comida y la bebida iban de mano en mano.”
Obrero de Berisso, en D. James, “El 17 y 18 de octubre de 1945: el peronismo, la protesta de masas y la clase obrera argentina”, en Juan Carlos Torre (comp.), El 17 de octubre de 1945, Ariel, Bs. As, 1995.

“En esos días estaban todos reunidos en las esquinas. Hablaban de Perón [...] pienso que del 16 al 17 no dorm í ,desesperado por salir temprano a la calle [...] todos decían: ‘Si vamos a Buenos Aires a Perón lo sacamos’ [...] Todos llevamos un palo [...] sentíamos que íbamos a la guerra [...] íbamos gritando Perón, Perón [...] cuando llegamos a la plaza alguien salió a decir que en un rato iba a hablar el general [...] Ver a Perón era ver a Dios Padre . ”
Roberto Nucetelli, obrero de Berisso, en D. James, op. cit.

“Las muchedumbres agraviaron el buen gusto y la estética de la ciudad, afeada por su presencia en nuestras calles.
El pueblo las observaba pasar, un poco sorprendido al principio, pero luego con glacial indiferencia.”
Diario Crítica, 17 de octubre de 1945, en James, op. cit.

“Fueron salvajes estallidos de las hordas analfabetas estupefactas por el alcohol.”
Enrique Mosca, candidato de la Unión Democrática.

“Porque lo más singular del 17 de octubre fue la violenta y desnuda presentación de una nueva realidad humana que era expresión auténtica de la realidad nacional. Y esto es lo que resultó más chocante a esta Buenos Aires orgullosa de su rostro europeo: reconocer en esa hora desaforada que tenían el color de la tierra [...].
Caras, voces, coros, tonos desconocidos: la ciudad los vio con la misma aprensión con que vería a los marcianos desembarcando en nuestro planeta. Argentinos periféricos, ignorados, omitidos, apenas presumidos, que de súbito aparecieron en el centro mismo de la urbe para imponerse arrolladoramente.”
Félix Luna, El 45, crónica de un año decisivo, Hyspamérica, Madrid, 1984.

lunes, 7 de mayo de 2018

Relaciones interculturales


  No hay una sola cultura sino múltiples culturas. Aún siendo diferentes, históricamente las culturas han establecido contactos y relaciones entre ellas. También podemos descubrir dentro de un mismo espacio y tiempo colectivos diferentes culturas (con lenguajes, instituciones, normas diferentes). Por ello resulta conveniente hablar de subculturas para referirnos a esta multiplicidad de culturas que coexisten dentro de un mismo ámbito; participando de caracteres comunes, más allá de sus diferencias.
  Al ponerse en contacto, las culturas pueden establecer entre sí relaciones de dominación. Las culturas dominantes o hegemónicas buscan presentarse como superiores e imponer sus criterios, normas y sistemas simbólicos a las otras. Las culturas dominadas o subalternas han reaccionado de diferentes modos ante la presión ejercida por otras: en algunos casos ofrecieron resistencia, en otros se sometieron pasivamente, y en otros se produjeron crisis y enfrentamientos internos entre sectores que oficiaron de colaboradores de la dominación y aquellos que buscaron preservar la identidad cultural.
  La relación no es fácil, cada cultura tiene valores y prioridades que considera fundamentales, la visión de otros grupos puede ser considerada un aporte o una amenaza. Surgen así dos posiciones contrarias: por un lado el etnocentrismo, como actitud de desprecio o indiferencia por todo lo extraño, y por otro el pluralismo o multiculturalismo, que es el respeto a las diversas culturas y una valoración positiva de que esa diversidad nos enriquece.

lunes, 16 de abril de 2018

Cómo nace la cultura



El hombre crea la cultura pero, al mismo tiempo, la cultura crea al hombre. ¿Es posible que el hombre se desarrolle como tal, fuera de un ambiente humano?
 El hombre nace con muy pocas capacidades ya desarrolladas: solo, sin la compañía y asistencia de otros, no puede sobrevivir, pero esa pobreza de conducta la compensa con una mayor capacidad de adquisición, es decir de aprendizaje y de creatividad con las que se puede relacionar y resolver las diversas situaciones. Al responder a éstas, el hombre produce cultura, es decir, instrumentos, recursos y expresiones aptas para dar significado a su vida y a su entorno. Estas respuestas constituyen lo que llamamos cultura.
El hombre es un  animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, y que otorgan valor y significado a gestos, lugares y palabras que dan una característica propia a su vida comunitaria. Fuera de ese ámbito pierde su significación. La cultura es por lo tanto una producción humana colectiva que tiene una dimensión significante, da sentido, le permite enriquecer sus posibilidades, gracias a su extraordinaria capacidad de comunicación y aprendizaje.

La cultura es la sonrisa
Que brilla en todos lados
En un libro, en un niño
En un cine o en un teatro
Solo tengo que invitarla
Para que venga a cantar un rato
Ay, ay, ay, que se va la vida
Mas la cultura se queda aquí
La cultura es la sonrisa
Para todas las edades
Puede estar en una madre
En un amigo o en la flor
O quizás se refugie en las
Manos duras de un trabajador
La cultura es la sonrisa
Con fuerzas milenarias
Ella espera mal herida
Prohibida o sepultada
A que venga el señor tiempo
Y le ilumine otra vez el alma
La cultura es la sonrisa
Que acaricia la canción
Y se alegra todo el pueblo
Quien le puede decir que no?
Solamente alguien que quiera
Que tengamos triste el corazón

(León Gieco)





¿QUÉ ES LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y CÓMO AFECTARÁ NUESTRO TRABAJO?

Por Cecilia González

Se trata de un nuevo paradigma de organización de los medios de producción en el que convergen tecnologías digitales, físicas y biológicas -neurotecnologías, robots, inteligencia artificial, biotecnología, sistemas de almacenamiento de energía, drones e impresoras 3D- que transformará no sólo la naturaleza del trabajo sino todos los aspectos de la vida, “hasta lo que significa ser humano” según los especialistas. No se trata de un conjunto de tecnologías -digitales, físicas y biológicas- emergentes sino de una interrelación compleja entre éstas, una verdadera convergencia que dará lugar a nuevos sistemas construidos sobre la infraestructura de la revolución digital anterior (cuyos orígenes se rastrean desde mediados del siglo XX, con la llegada de la electrónica y la tecnología de la información y las telecomunicaciones).
Nuevas fábricas
Quizás el objetivo principal de la cuarta revolución industrial sea la puesta en marcha de un nuevo tipo de planta industrial, el de las “fábricas inteligentes”: unidades de producción completamente automatizadas a partir de sistemas ciberfísicos que combinarán maquinaria física y tangible con procesos digitales, las cuales serán capaces de tomar decisiones descentralizadas y de cooperar -entre los mismos sistemas y con los humanos- mediante el internet de las cosas.  El fin es el de llegar a un desarrollo industrial que perfeccione los procesos de manera tal de adaptarse a las necesidades del negocio, así como a una asignación más eficiente de los recursos.
El futuro del trabajo
El primer dato que se presenta no suena alentador: unos cinco millones de puestos de trabajo de los 15 países más industrializados del mundo podrán desaparecer. Sin embargo, esos empleos podrán transformarse en otro tipo de trabajo cuya forma aún no podemos siquiera imaginar: “El futuro del empleo estará hecho de trabajos que no existen, en industrias que usan tecnologías nuevas, en condiciones planetarias que ningún ser humano jamás ha experimentado”, explica David Ritter, CEO de Greenpeace Australia/Pacífico.
Las industrias serán impulsadas por cuatro motores: “un aumento de los volúmenes de datos que manejan las empresas industriales; ordenadores cada vez más potentes y baratos; capacidad de analizar los datos de los procesos; y continua mejora en la interacción de personas con máquinas, robots e impresoras 3D (lo cual) reduce costes, mejora las cadenas de producción y aprovecha las nuevas bases de datos”, tal como señala de Pablos.
Por su parte, Wolfgang Wahlster, director del Centro Alemán de Investigación de Inteligencia Artificial, señala que la robotización de la economía no significará una total desaparición de empleos. “Los robots tienen una gran capacidad lógica y de gestión del big data, pero la inspiración, la intuición y la creatividad quedan lejos de su alcance”. La creatividad, precisamente, se convertirá en una de las competencias profesionales más demandadas para sacar provecho al mix de nuevas tecnologías y formas de trabajo”.
Así las cosas, todo parece indicar que el proceso de transformación sólo beneficiará a quienes sean capaces de innovar y adaptarse. En este sentido, el Foro Económico Mundial señala cuáles son las 10 principales competencias que los trabajadores deberán desarrollar para poder sobrevivir a esta nueva oleada, a saber: solución de problemas complejos; pensamiento crítico; creatividad; gestión de personas; coordinación de equipos; inteligencia emocional; análisis y toma de decisiones; orientación del servicio; negociación y flexibilidad cognitiva. Asimismo, el WEF destaca que unos 1,9 millones de trabajadores altamente cualificados podrían hacer falta en 2020, lo cual equivale a una buena noticia, siempre y cuando las personas logren adaptarse a los cambios y transformaciones inherentes a la nueva era.

Para leer el artículo completo de "Construir TV" click aquí

martes, 3 de abril de 2018

Dignidad Humana



De hombre a persona
 Al decir PERSONAS nos referimos a individuos que no sólo cumplen sus funciones biológicas sino que también comparten su existencia con otros, aman, luchan por sus ideales, sufren, crean su cultura, organizan la vida en comunidad. Esas capacidades que nos hacen personas son la base de la DIGNIDAD HUMANA.  Esta dignidad nos hace iguales por sobre todas las diferencias de etnia, sexo, cultura, edad, nivel socioeconómico; es un valor universalque exige no degradar a otras personas y nos da el derecho a defendernos si somos discriminados.
Si bien la capacidad de comprender y amar son propias de todo ser humano (innatas) y constituyen su dignidad inviolable, más allá de lo que él pueda hacer con ella, ésta no puede manifestarse ni calificar la vida del individuo sino en un ámbito que permita su desarrollo. La vida humana exige un proceso  de personalización que consiste en superar  las condiciones de mero individuo (subsistencia, afirmación de sí) para llegar a reconocerse a sí mismo ante el otro y con el otro. Este proceso de personalización se desarrolla en sociedad, en la trama de relaciones y valoraciones en las que el niño va reconociéndose en contacto con otros. La calidad de las relaciones que lo acompañen en su crecimiento le permitirán comprender su dignidad y la de los seres que lo rodean. Esta es la tarea esencial de toda sociedad, gracias a la cual no sólo lo integra a los individuos que la componen en una sola comunidad, sino que a la vez, permite nuevos crecimientos y los impulsa a nuevas posibilidades.
Permitir que todo ser humano alcance las condiciones de dignidad que le son propias implica:
-transformar las situaciones que amenazan la dignidad o que le impiden alcanzarla,
-modificar las condiciones materiales de pobreza, aislamiento, discriminación. Existen ejemplos actuales: la obra de la Madre Teresa de Calcuta a favor de los moribundos, instituciones que defienden los derechos de los aborígenes, o de los migrantes, grupos que tratan de ayudar a personas que se encuentran en situaciones sociales de marginación: chicos de la calle, desocupados, enfermos de sida…
-desarrollar la conciencia social del valor de la propia vida y la de los  semejantes y crear asociaciones civiles, religiosas  o culturales que promuevan la defensa de los derechos humanos.
Como podemos ver, no es posible pensar en el hombre como en un ser aislado; su vida está siempre entrelazada en profundos vínculos sociales y  es allí donde descubre y desarrolla todas sus capacidades.